sábado, 29 de abril de 2017

UNIDAD I

FORMACIÓN DEL ESPACIO VENEZOLANO

TEORÍA GENERAL DE LA ESPACIALIDAD VENEZOLANA A PARTIR DE LA RELACIÓN ESPACIO-SOCIEDAD- DEPENDENCIA.
      En nuestro país Venezuela, desde lo espacial, el desarrollo se expresa de forma desigual por medio de los desequilibrios espaciales, “la estructura espacial dominante desde 1950 es la Centralizada” Ceballos, B, consecuencia de la transferencia del ingreso petrolero.
     El Enfoque Geohistórico nos ayuda en el análisis del espacio geográfico desde una perspectiva interdisciplinaria, entendiendo al espacio como producto social, síntesis de la acción de los grupos humanos consecuencia de una realidad histórica.       Los aspectos relacionados con el equilibrio territorial, el desarrollo rural, zonas económicas de desarrollo sustentable, sirven como vías para superar las condicionantes históricas de los desequilibrios espaciales, el subdesarrollo y la dependencia.  Asumiendo el Enfoque Geohistórico se parte del presente por ser la síntesis del proceso, desde el cual podemos descubrir, comprender y analizar la complejidad del espacio venezolano.
El profesor Ramón Tovar, sostiene que “La Geohistoria es una ciencia que diagnostica pero que supone compromiso: ella es fiel a la condición de pueblo como la solidaridad del grupo humano con su territorio, así como la nación: una comunidad estable, históricamente formada  de lengua, territorio, vida económica, manifestada en la comunidad, en su cultura.”

DIFERENCIAS DEL ESPACIO DESDE UNA PERSPECTIVA GEOGRÁFICA DE UNA PERSPECTIVA ECONÓMICA.
      Estos conceptos tienen gran importancia en la actualidad, dado el proceso de globalización e internacionalización de la economía. La región, en todos los casos, se refiere a un territorio y a la dotación de recursos productivos. Sin embargo, en ella se da un conjunto de interacciones que conforman un sistema compuesto por subsistemas productivos, institucionales y culturales, que encierran en sí un cúmulo de relaciones, tales como: la relación capital – trabajo, los flujos de intercambio, las relaciones monetarias, las organizaciones y procedimientos para la toma de decisiones y las pautas de comportamiento social.
      El territorio, como escenario, responde a la flexibilidad de las dinámicas sociales que potencializan u obstaculizan la fluidez de los procesos productivos y las mismas relaciones sociales. La gran diferencia la hacemos nosotros mismos como seres humanos que no respetamos los espacios geográficos, y lo mantenemos en constante dinámica para así alcanzar nuestras ambiciones capitales con explotaciones ambientales, tala de árboles y algunas veces extinguiendo como tal un escenario geográfico completo. El crecimiento aparece entonces como un proceso intangible que depende de elementos tangibles (acumulación de capital físico y humano), y sobre todo de una adecuada organización y estructura interna de las regiones que garantice la creación de unidades productivas y la aparición de emprendedores que potencialicen el crecimiento territorial y el flujo de inversiones externas.
     Según Méndez (1999), “la globalización, los bloques económicos regionales, el creciente deterioro ambiental y la cooperación han generado transformaciones económicas, tecnológicas y socio laborales que exigen la implantación de una nueva lógica espacial.”

NOCIÓN DE ESTRUCTURA ESPACIAL.
     La palabra estructura viene del latín struere, que significa construir, coincidir, y contiene la idea de una cosa organizada. Existen estructuras espaciales porque el espacio geográfico no está constituido por un conjunto de lugares únicos, que ocupan localizaciones aleatorias. Las elecciones sucesivas de los actores, y de un modo más amplio, las respuestas aportadas por las sociedades al problema del manejo del espacio, responden a ciertas lógicas, aunque la superposición y la imbricación de esas lógicas provoquen una legibilidad más o menos evidente. 

     El geógrafo interpreta las regularidades en la distribución y la repartición de los objetos geográficos en la superficie de la Tierra. De ello resultan esos arreglos espaciales que constituyen las estructuras espaciales, la mayor parte del tiempo no intencionales, pero cuya estabilidad relativa termina por imponerse a los actores.
Sin embargo, una estructura espacial no debe ser interpretada en un sentido únicamente geométrico o morfológico. Una estructura espacial sólo se describe completamente si, más allá de la forma que toma debido al arreglo de los objetos, se está en condiciones de identificar las interdependencias entre estos últimos. Un polo que corresponde, ciertamente, a una concentración de población y de actividades representada por un punto más grande en una carta, es también un lugar de atracción y de «difusión». Las relaciones que mantiene con los otros «lugares» entran en la definición de su situación y de sus atributos.
Si se considera al espacio geográfico como un conjunto de elementos en interacción, la estructura espacial debe ser comprendida como el principio de organización de la entidad geográfica estudiada, el cual se materializa en una forma (eje, gradiente, polo, etc.). Por lo tanto, las estructuras espaciales pertenecen al campo teórico de la sistémica y de la modelización.

REPRESENTACIONES CARTOGRÁFICAS DE CADA ESTRUCTURA ESPACIAL DOMINANTE EN VENEZUELA.






No hay comentarios:

Publicar un comentario